Hombres, mujeres y viceversa, que pasada la frontera de los 60 años deciden poner fin a su matrimonio, ¿pero como puede ser?, después de toda una vida juntos, pues si, es cada vez más frecuente. La idea sobre el matrimonio ha ido cambiando, hace no tantos años, era impensable que un matrimonio después de 40 años juntos se divorciara, aguantaban lo que hiciera falta, “hasta que la muerte los separe”, ¿te suena esa expresión?
Una de las causas más habituales, es el hecho de los que hijos se independicen, y lo que hasta entonces era una unión basada en el cuidado, crianza y desarrollo de los hijos, pasa a ser una convivencia “en soledad” entre ambos cónyuges. No nos engañemos, cada vez más somos más independientes, me encuentro a mujeres con más de 60 años que están radiantes, están seguras de sí mismas, confían en ellas para cualquier desafío, queremos ser felices, sin importar la edad.
Cuando hemos luchado contra viento y marea y nos encontramos solos con nuestra pareja, es cuando empiezan a surgir los roces del día a dia, que durante años se han camuflado por la estancia en el domicilio familiar de los hijos, o directamente, no se les ha dado importancia y se han obviado. Otro de los motivos que más me he encontrado en la práctica, es que hay parejas, que no nos engañemos, entran en un período continuista, que puede durar décadas, en el que ven en la otra persona un compañero/a de vida, y no se plantean realmente si existe el amor, o mejor dicho, si puede no existir el amor entre ellos. Son casos de matrimonios muy longevos, que comenzaron muy jóvenes a estar juntos, tuvieron pronto descendencia, y se han acomodado a estar el uno con el otro, viven a base de hábitos, de rutinas, y hay personas que a las que este rol les cuesta más de la cuenta asumir.
Es también otra causa de divorcios en personas mayores de 60 años de edad, el aumento del tiempo libre, lo que conlleva a pasar más tiempo en pareja, solos y en casa. Cuando no hablamos de una relación duradera y sólida, el tener más tiempo libre y empezar a “conocerse de verdad”, puede acabar en divorcio.
Estarás pensando, para tener esa sensación no hacer falta tener esa edad; Y llevas toda la razón, por eso en la mayoría de ocasiones, el golpe anímico que supone el divorcio es mucho mayor cuando hablamos de personas en este rango de edad, que en otros casos, porque el tiempo hace que los vínculos sean cada vez más fuertes, y las necesidades, a partir de cierta edad, también son mayores.
¿Qué consejo me darías?
Cuando he tenido clientes mayores de 60 años que han venido a verme para divorciarse, lo primero que trato es de calmar el dolor, contamos con la ventaja de la edad, es un perfil de cliente maduro, con las ideas claras, y que según qué tipo de conductas, las asume mejor que una persona en otra etapa de su vida. Como te digo, el primer consejo que doy, tiene más que ver con un consejo de vida, y es mantenerse activos, aprovechando positivamente tener, pongamos por ejemplo, 67 años. Utiliza el tiempo libre para pasear, hacer deporte, viajar, disfrutar con y de tu familia, ir al cine, hacer cosas que nunca antes habrías probado, leer un libro, apuntarte a alguna actividad nueva, que nunca pensaste probar, busca cosas que te mantengan distraído y te hagan feliz.
El segundo consejo es, tratar de evitar la soledad, lo único que hará es hacerte recordar el amargo trago que estás pasando, parece que los “mayores” son reacios a pedir ayuda o atención, se consideran una carga u obligación para los hijos, y nada más lejos de la realidad. Uno de los mayores placeres de esta vida es pasar tiempo con los mayores, por la cantidad de historias, anécdotas y sabiduría que hay en su cabeza, además se aprende muchísimo, por lo que no te sientas una carga y disfruta. Si eres hijo y tu padre/madre está en esta situación, dedícale tiempo, piensa todo lo que ellos han hecho por ti, si te dice que no, insiste, persiste, muéstrales tu mejor versión y un amor incondicional, es lo mínimo que se merecen.
El último consejo que me atrevo a darte es que te vuelvas a enamorar, cualquier edad es buena para reinventarse, pero ¿por qué no vas a volver a sentir la ilusión a tu edad?, son tus creencias las que te limitan. Sal ahí fuera y cómete el mundo, cuentas con la ventaja de saber “más que nadie”.
Seguro que quieres saber más, la semana que viene te hablaré de la problemática que surge en divorcios de personas mayores de 60 años, te sorprenderá y te aclarará muchas dudas. ¡No te lo pierdas!